Cabo Polonio 2. El "Zorro" y las "loberías"
Siempre que llovió paro. Arte Callejero en el Cabo Polonio La mañana no puede estar más luminosa. Con el fresquito de la mañana y la sonrisa en la cara porque ya no llueve, se sale a aprontar el desayuno. No es más que pedir el agua caliente a Nella, batir el café, rescatar de la mochila las galletas de naranja, miel y avena que compré en Valizas y sentarme en el porche (el sofá que está afuera, en la vereda, digamos) para ver el mar y el comienzo del lento caminar de los transeúntes que vienen y van hacia el Faro. Nos aprontamos para la caminata playera, a estrenar de nuevo las dunas y sacar la enésima foto que no le hace justicia al lugar. Si fuera mejor fotógrafa… si tuviera una máquina mejor... Igual la magia del lugar es a prueba de fotografías; está en el aire. Mañana llega N, que se apuntó para la caminata nocturna por la playa. A no cansarnos mucho y reservar energías para mañana. De las "loberías" a fauna protegida “Te mo